Que nadie te engañe: a las mujeres nos gusta el sexo tanto como a los hombres; atrás quedaron ya esos falsos mitos sobre los dolores de cabeza como excusa para no practicar sexo o que sea el hombre el que tome las riendas de la relación sexual.
¡No! Las mujeres pueden y quieren vivir su sexualidad de manera natural. Sin embargo, esto no impide que, al igual que en el caso de los hombres, la libido no esté siempre en su mejor momento. En estos casos, los afrodisíacos naturales pueden ser tu mejor baza.
Pero, ¿cuáles son? Analicemos, primero, los principales problemas de las mujeres en el campo de la sexualidad.
Disfunción sexual: mucho más común de lo que pueda parecer, la total falta de deseo sexual se da en el 30% de las mujeres españolas, una cifra que aumenta entre las americanas de 18 a 53 años, según un artículo publicado por la Agencia Efe.
Dispareunia o dolor en el coito: muchas veces provocado por algún trauma o el propio miedo de la mujer a sufrir ese dolor.
Dificultades para alcanzar el orgasmo: muy común en mujeres. En ocasiones por culpa de su pareja, en otras, por problemas más severos, que se pueden tratar en una consulta.
Sequedad vaginal: que no es sólo común a mujeres de edad más avanzada, sino también entre las jóvenes, ocasionando muchos problemas a la hora de la penetración.
Cuando se sufren este tipo de problemas, además de acudir a un profesional que nos ayude, los siguientes afrodisíacos para mujeres nos pueden ayudar:
El chocolate, en concreto, el negro, porque promueve la serotonina, encargada de relajarnos y darnos placer. Aseguran los expertos que algunos de ellos pueden, incluso, llegar a ser sustitutivos del sexo.
La damiana, sin duda, el mejor potenciador sexual que existe y que se ha venido empleando desde la antigüedad. Más adelante le dedicaremos más espacio.
La canela, que además de tener un sabor estupendo aumenta nuestra temperatura corporal, despertando, a su vez, el apetito sexual.
Frambuesa, que sirve para relajar los músculos de la vagina y, por tanto, disfrutar más del acto sexual.
El café, que no es un afrodisíaco propiamente dicho, aunque un estudio realizado en Estados Unidos en los años 90 concluyó que las mujeres que lo consumían de manera habitual eran mucho más activas que las que no lo hacían. Por tanto, estaríamos hablando de un potenciador sexual natural muy agradable.