El clásico de tomillo con limón de toda la vida, con un punto de jengibre y polen que lo hacen ideal para nuestras defensas.
El sabor es cítrico, agradable y perfecto para las personas que no están muy acostumbradas a tomar jengibre.
De esta forma pueden tener sus propiedades con un suave sabor.
Es una infusión que siempre se ha tomado en casa de las abuelas.
La infusión de tomillo "que es muy buena para la garganta" nos decían.
Pues hemos hecho una mezcla con todo ese sabor (el chorrito de limón que nos ponía) y con jengibre y polen para potenciar las propiedades en momentos de resfriados, congestiones nasales e incluso gripes.
También es bueno como preventivo cuando estamos sanos para sentirnos más fuertes y esquivar esas afecciones.
El punto del limón, aunque es muy rico, lo añadimos para activar el polen, ya que con ese punto cítrico mejora mucho sus propiedades.
El sabor, muy rico y agradable con grandes recuerdos.
Propiedades, muy buenas y efectivas para sentirnos mejor en nuestro día a día, sobre todo en invierno.