Té Oolong Milky

Sorprendente donde los haya, el té azul Milky Oolong es una de esas rarezas que no podía faltar en nuestra tienda on line para deleitar a los paladares más exigentes. Cremoso y suave, debe su nombre al sabor y aroma a leche que desprende. Ideal para acompañar, por ejemplo, con comidas saladas

Como todos los tés azules, el Milky Oolong también es un té semifermentado que se caracteriza por su cremosidad y el aroma y sabor a leche (de hecho, se elabora con vapor de leche), que combinado con el del propio té, lo convierten en un producto muy especial. Tan especial como la zona donde se cultiva y elabora (Fujian, China) y la leyenda que le acompaña. Al comprar té azul de esta variedad vas a descubrir un sabor muy exclusivo.

Dice la misma que un día la Luna se enamoró de un cometa, pero que éste no quiso pararse en la luna y fue a estrellarse a la Tierra. La Luna se entristeció tanto que envió una ola de frío a la zona de la Tierra donde había caído el cometa. Al día siguiente, los recolectores de té fueron a realizar su tarea diaria, pero les sorprendió la baja temperatura de las hojas y, deseosos de saber cuál podría ser el resultado de esas hojas tras su fermentación, corrieron a realizar este proceso. Sin embargo, su impaciencia era tal, que el proceso de fermentación se cortó por la mitad y, de ahí, que el proceso se quedará en lo que conocemos como semifermentado. ¿El resultado? Este majestuoso y curioso té azul, que se caracteriza, como decíamos, por la cremosidad, así como por el aroma y sabor del mismo a leche. ¡Una auténtica delicia!

Tan particular es su sabor, que se puede maridar perfectamente con sabores dulces y salados, de hecho, es un té que en algunas reuniones inglesas en las que se incluyen los famoso pequeños sándwiches cortados en triángulos, también se sirve este té, siendo el resultado del mismo espectacular.

Otra de las particularidades de este té es su proceso de elaboración. De producción escasa, las hojas con las que se elabora este térecolectado en Fujian (China) tienen un proceso de cocción muy corto, que mezcla el vapor del agua y la leche, siendo el sabor y aromas de este última el que predomina. El corto proceso de cocción permite, además, que las hojas, que son enrolladas a mano y en forma de bolita, tengan un color verde oliváceo.